Linux se ha consolidado como un sistema operativo robusto y seguro, ideal para servidores y estaciones de trabajo de alto rendimiento. Su ventaja principal es la flexibilidad: puedes personalizarlo según las necesidades de tu negocio y optimizar recursos que en otros sistemas quedarían desperdiciados.

Para iniciar, selecciona una distribución estable como Ubuntu o Fedora y familiarízate con la terminal, ya que muchos comandos esenciales requieren un manejo básico de esta interfaz. Configura únicamente los paquetes necesarios para evitar sobrecargar el sistema y utiliza entornos virtuales para pruebas antes de implementaciones críticas.
Un tip extra: documenta todos los cambios realizados en el sistema y capacita a tu equipo en la administración de Linux, asegurando continuidad operativa y evitando errores que puedan afectar procesos esenciales.
¿Has considerado migrar algún proyecto o servidor a Linux para mejorar su estabilidad y seguridad?

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