El concepto de “la nube” suena etéreo, pero en realidad se trata de centros de datos distribuidos donde se alojan nuestros archivos, correos, fotos y sistemas. Servicios como Google Drive, Dropbox o OneDrive nos ofrecen almacenamiento remoto, accesible desde cualquier dispositivo conectado.

Pero ¿cómo funciona realmente? Al subir un archivo, este se fragmenta, cifra y replica en diferentes servidores físicos en distintas ubicaciones. Así, incluso si un servidor falla, el archivo sigue disponible desde otro. Todo esto está gestionado por software que optimiza disponibilidad, redundancia y seguridad.
Empresas de todos los tamaños utilizan la nube no solo para almacenar datos, sino también para correr aplicaciones (SaaS), entornos virtuales (IaaS) y plataformas de desarrollo (PaaS), ahorrando en infraestructura propia.
Tip extra: aunque la nube es segura, haz copias de seguridad locales periódicas y revisa la configuración de privacidad de cada plataforma.
¿Sabías realmente dónde están tus datos cuando usas la nube?













Leave a Reply