Hoy más que nunca, la exposición digital es un riesgo que la mayoría subestima. No se trata solo de navegar o usar redes sociales; cada clic deja rastro, cada dispositivo revela más de lo que imaginas y cada permiso que aceptas abre una puerta más a terceros. Los cibercriminales actuales ya no actúan con ataques masivos al azar: analizan perfiles completos, patrones de actividad, horarios de conexión y hábitos digitales para construir ataques personalizados. Entender el nivel real de exposición es el primer paso para tomar control de tu identidad digital.

Evalúa tu exposición así:
- Revisa qué perfiles aparecen al buscar tu nombre en motores externos.
- Verifica si tu correo o teléfono han aparecido en filtraciones conocidas.
- Analiza qué apps tienen permisos de micrófono, cámara, ubicación y almacenamiento.
- Configura alertas de movimientos sospechosos en tus cuentas más importantes.
Tip extra: Divide tu presencia digital en “capas”: laboral, personal y privada. Nunca mezcles correos ni contraseñas entre estas capas.
¿Te sentirías cómodo si alguien desconocido pudiera ver toda la información que dejan tus dispositivos?














Leave a Reply