La productividad no depende solo del software, también del hardware que utilizamos. Gadgets como teclados ergonómicos, pantallas con ajuste de altura o auriculares con cancelación de ruido impactan directamente en la eficiencia y en el bienestar de los trabajadores. Un entorno tecnológico cómodo reduce el estrés y aumenta el enfoque.
Además, dispositivos como tabletas digitales para tomar notas, cámaras de alta calidad para videoconferencias y estaciones de carga múltiple son pequeñas inversiones que generan grandes beneficios en el día a día. La clave es verlos como parte de la infraestructura de trabajo, no como simples accesorios.
Tip extra: realiza un diagnóstico de ergonomía tecnológica en tu oficina para saber qué gadgets serían realmente útiles.
Pregunta final: ¿qué gadget consideras indispensable en tu rutina de trabajo?
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