El ransomware es una de las amenazas más peligrosas para empresas de todos los tamaños. Consiste en el secuestro de datos mediante cifrado, con la exigencia de un rescate para su liberación. Prepararse para este escenario es fundamental.

La prevención incluye copias de seguridad frecuentes y fuera de línea, capacitación del personal para detectar correos maliciosos y la actualización constante de sistemas. Pero también es clave contar con un plan de respuesta: saber a quién notificar, cómo aislar los equipos infectados y qué pasos seguir sin ceder al chantaje.
Tip extra: nunca pagues un rescate; no garantiza la recuperación de datos y fomenta más ataques.
Pregunta final: ¿tienes un plan de acción en caso de un ataque de ransomware?

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