La virtualización permite dividir los recursos de un servidor físico en varios entornos virtuales, lo que ahorra costos y mejora la eficiencia. Para pequeñas empresas, esto significa poder usar un mismo hardware para distintos sistemas sin necesidad de invertir en múltiples servidores.
Entre sus beneficios están la facilidad de recuperación ante fallos, la escalabilidad rápida y la optimización del mantenimiento. Además, muchas soluciones de virtualización ya son accesibles y no requieren grandes inversiones iniciales.
Tip extra: comienza con un servidor de pruebas virtualizado antes de migrar toda tu infraestructura.
Pregunta final: ¿ya estás aprovechando la virtualización o sigues dependiendo solo de hardware físico?
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