Conoce la computadora de Konrad Zuse’s llamada Z3

Los primeros ordenadores de la historia eran grandes máquinas que pesaban toneladas y ocupaban plantas enteras, llenas de relés y rodeadas de kilómetros de cables. Muchos puede que conozcan las máquinas gigantes de la informática «ENIAC», «UNIVAC», y «MARK». o bien al menos habrás oído hablar de ellas. Pero, ¿De casualidad has oído hablar del Z3 de Zuse? Es poca gente que la conoce. Y es que esta maquina se construyo en el año 1935 por un científico alemán llamado Konrad Zuse, que fue terminada en el año 1941.

El Z3 revolucionó la informática. Se utilizó para ayudar a calcular la aerodinámica en el diseño de aeronaves, lo que, según el Centro de Historia de la Computación del Reino Unido, ayudó al Instituto Alemán de Investigación Aeronáutica en su análisis. Estamos acostumbrados a que las computadoras actuales lean programas de almacenamiento de estado sólido, pero el Z3 lee sus programas de una película perforada.

Zuse pasó años trabajando en la sala de estar de sus padres, construyendo computadoras gigantes que parecerían ridículamente grandes según los estándares actuales. El Z1, un intento anterior que sentó las bases para el Z3, tenía más de seis pies de altura.

El Z1 abrió camino por derecho propio. La Z1, completada en 1936, fue la primera computadora que funcionaba con binario, una serie de interruptores de encendido y apagado. Desafortunadamente, era un poco poco confiable y solo funcionó durante unos minutos, ya que los interruptores mecánicos se atascaban. El Z3, sin embargo, era completamente funcional. Fue construido con relés telefónicos eléctricos en lugar de los interruptores mecánicos de su predecesor.

Desafortunadamente, el Z3 original de Zuse fue destruido en 1943, bombardeado en Berlín. Documentos importantes asociados con su desarrollo también se perdieron en el bombardeo y además, la Oficina Alemana de Patentes le dijo a Zuse después de la guerra que no podía patentar su invento.

Sin embargo, Zuse trabajó en la reconstrucción del Z3 en la década de 1960, y hoy esa réplica se exhibe en el Deutsches Museum de Múnich.

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