El disco compacto fue creado por un neerlandés y un japonés en 1979. Al año siguiente, Sony y Philips, que habían desarrollado el sistema de audio digital Compact Disc, comenzaron a distribuir discos compactos, pero las ventas no tuvieron éxito por la depresión económica de aquella época. Entonces decidieron abarcar el mercado de la música clásica, de mayor calidad. Comenzaba el lanzamiento del nuevo y revolucionario formato de grabación audio que posteriormente se extendería a otros sectores de la grabación de datos.
El sistema óptico fue desarrollado por Philips mientras que la lectura y codificación digital corrió a cargo de Sony. Fue presentado en junio de 1980 a la industria y se adhirieron al nuevo producto 40 compañías de todo el mundo mediante la obtención de las licencias correspondientes para la producción de reproductores y discos.
En 1981, el director de orquesta Herbert von Karajan, convencido del valor de los discos compactos, los promovió durante el Festival de Salzburgo y desde ese momento empezó su éxito. Los primeros títulos grabados en discos compactos en Europa fueron la Sinfonía Alpina, de Richard Strauss, los valses de Frédéric Chopin interpretados por el pianista chileno Claudio Arrau y el álbum The Visitors, de ABBA. En 1983 se produjo el primer disco compacto en los Estados Unidos por CBS (hoy Sony Music), y el primer título en el mercado fue un álbum de Billy Joel. La producción de discos compactos se centralizó durante varios años en los Estados Unidos y Alemania, desde donde se distribuían a todo el mundo. Ya entrada la década de los noventa, se instalaron fábricas en diversos países.
En el año 1984, los CD salieron al mundo de la informática, con una capacidad de almacenamiento de hasta 700 MB. El diámetro de la perforación central de los discos compactos fue determinado en 15 mm, cuando entre comidas, los creadores se inspiraron en el diámetro de la moneda de 10 céntimos de florín de Países Bajos. En cambio, el diámetro de los discos compactos es de 12 cm, lo que corresponde a la anchura de los bolsillos superiores de las camisas para hombres, porque, según la filosofía de Sony, todo debía caber allí.
Un CD-ROM estándar puede albergar 650 o 700 MB de datos y los especiales de gran capacidad pueden llegar a los 800 y 900 MB. El CD-ROM es popular para la distribución de software, especialmente aplicaciones multimedia, y grandes bases de datos. Un CD pesa menos de 30 gramos.
Para poner la memoria del CD-ROM en contexto, una novela promedio contiene 60 000 palabras. Si se considera que una palabra promedio tiene diez letras (de hecho, muchas menos) y cada letra ocupa un byte, una novela por lo tanto ocuparía 600 000 bytes (600 Kb). Un CD puede por lo tanto contener más de 1000 novelas. Si cada novela ocupa por lo menos un centímetro en una estantería, entonces un CD puede contener el equivalente de más de diez metros en el estante. Ahora bien, los datos textuales pueden ser comprimidos diez veces más, usando algoritmos compresores; por lo tanto, un CD-ROM puede almacenar el equivalente a más de 100 metros de estante.