Los puertos USB tipo C ahora se encuentran en todo tipo de dispositivos, desde simples discos duros externos hasta computadoras portátiles de alta gama y los últimos teléfonos inteligentes. Si bien todos los puertos USB-C tienen el mismo aspecto, no todos ofrecen las mismas capacidades. Es posible que USB-C ahora sea omnipresente, pero no cumple las mismas funciones en todas partes ni por asomo.
USB-C es un conector estándar de la industria para transmitir datos y energía en un solo cable. El conector USB-C fue desarrollado por USB Implementers Forum, el grupo de empresas que ha desarrollado, certificado y guiado el estándar USB a lo largo de los años. El USB-IF tiene más de 700 empresas en su membresía, incluidas Apple, Dell, HP, Intel, Microsoft y Samsung. Esta amplia aceptación por parte de las grandes empresas es importante, porque es parte de por qué USB-C ha sido tan fácilmente aceptado por los fabricantes de PC.
Algo que tienes que saber es que donde USB-C se vuelve complicado es en los números que se conectan a los puertos. La velocidad más común para la que están clasificados los conectores USB-C es de 10 Gbps. Y es que esos 10 Gbps son, en teoría, dos veces más rápidos que el USB 3.0 original. Los puertos USB-C que admiten esta velocidad máxima se denominan “USB 3.2 Gen 1×2”.
El menor problema es que los puertos USB con velocidades de 10 Gbps también pueden existir en la forma original y más grande y estos se denominan “USB 3.2 Gen 2×1”. Sin embargo, con la excepción de algunas computadoras de escritorio, es más común ver puertos USB de 10 Gbps de velocidad con conectores físicos Tipo-C. Nota: algunos puertos USB-C más antiguos admiten velocidades máximas de solo 5 Gbps, por lo que es importante buscar una designación de “USB 3.2 Gen 1×2” o “10Gbps” para verificar que un puerto USB-C dado admite transferencias de 10Gbps. Dicho esto, todos estos puertos son compatibles con versiones anteriores, solo a la velocidad del elemento más lento.
