La IA industrial acelera la transformación digital para industrias intensivas en capital. Es por eso que a la luz de los cambios sin precedentes en la fuerza laboral y la volatilidad del mercado, las organizaciones industriales necesitan las capacidades de las aplicaciones industriales de IA para ofrecer resultados comerciales y seguir siendo relevantes. Más importante aún, la IA industrial como motor de la excelencia operativa facilitará la transición a los nuevos modelos de negocio que serán necesarios para competir.
La inteligencia artificial puede ingerir una combinación de datos de sensores, máquinas y personas y luego aplicarla a algoritmos diseñados para optimizar las operaciones o lograr una fabricación aburrida. Volviendo a la realidad, tenemos algo de tiempo antes de que las organizaciones líderes alcancen este pináculo de la fabricación, y mucho menos la industria en su conjunto. Solo alrededor del 9% de las organizaciones de fabricación aprovechan la inteligencia artificial en la actualidad.
Debes tener en cuenta 2 cosas antes de entrar en este mundo y es: evaluar la preparación de la capacidad de una organización de fabricación para diseñar e implementar soluciones basadas en IA internamente. Y el segundo es la capacidad de aprovechar las soluciones y la experiencia basadas en inteligencia artificial como parte de las ofertas comerciales.
La mayoría de las organizaciones carecen de los conjuntos de habilidades, los científicos, los datos y la infraestructura para buscar soluciones o procesos diferenciadores únicos. Hoy en día, la mayoría de las organizaciones de fabricación han desconectado máquinas, personas y procesos, los cuales no son particularmente adecuados para la IA o el aprendizaje automático (ML). En este sentido, el sector manufacturero tiene un largo camino por recorrer, pero no permita que eso disuada a su organización de experimentar e invertir en inteligencia artificial. Al igual que con otras iniciativas a más largo plazo, se necesita tiempo para mejorar las habilidades de los empleados, cambiar la cultura e implementar algunas de las inversiones subyacentes necesarias para abordar la inteligencia artificial.
