Tor

Tor (sigla de The Onion Router -en español- El Enrutador Cebolla) es un proyecto cuyo objetivo principal es el desarrollo de una red de comunicaciones distribuida de baja latencia y superpuesta sobre internet, en la que el encaminamiento de los mensajes intercambiados entre los usuarios no revela su identidad, es decir, su dirección IP (anonimato a nivel de red) y que, además, mantiene la integridad y el secreto de la información que viaja por ella. Por este motivo se dice que esta tecnología pertenece a la llamada darknet o red oscura que no se debe confundir con la deep web o web profunda.

Para la consecución de estos objetivos se ha desarrollado un software libre específico. Tor propone el uso de encaminamiento de cebolla de forma que los mensajes viajen desde el origen al destino a través de una serie de routers especiales llamados ‘routers de cebolla’ (en inglés onion routers). El sistema está diseñado con la flexibilidad necesaria para que pueda implementar mejoras, se despliegue en el mundo real y pueda resistir diferentes tipos de ataque. Sin embargo, tiene puntos débiles y no puede considerarse un sistema infalible.

No es una red entre iguales (peer-to-peer) ya que por un lado están los usuarios de la red y por otro lado los encaminadores del tráfico y algunos de los cuales hacen una función de servicio de directorio.

La red funciona a partir de un conjunto de organizaciones e individuos que donan su ancho de banda y poder de procesamiento. Según información obtenida de los documentos de alto secreto filtrados por Edward Snowden en 2013, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos habría, supuestamente, conseguido “romper” Tor y así descubrir las identidades de los usuarios que buscan el anonimato.​

En 2021, el sitio web restoreprivacy.com acusa a Tor de que ya no es seguro, alegando que los gobiernos pueden romperlo.

El 20 de septiembre de 2002 se anunció una versión alfa del software libre con la red del encaminamiento de cebolla en funcionamiento. Creado en 2003 por Roger Dingledine, Nick Mathewson y Paul Syverson surgió como la evolución del proyecto Onion Routing del Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos (por eso se dice que es la segunda generación de onion routing). Inicialmente5​ financiado por el Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos. A finales de 2004 pasó a ser patrocinado por la Electronic Frontier Foundation, la organización de defensa de libertades civiles en el mundo digital, hasta noviembre de 2005. Actualmente el proyecto Tor está en manos de The Tor Project una organización sin fines de lucro orientada a la investigación y la educación, radicada en Massachusetts y que ha sido financiada por distintas organizaciones.6​ Actualmente el proyecto está formado por un equipo​ liderado por Roger Dingledine.

En marzo de 2011, Tor recibió de la Free Software Foundation el premio para proyectos de beneficio social correspondiente a 2010 por «haber permitido que, aproximadamente, 36 millones de personas de todo el mundo, usando software libre, hayan experimentado libertad de acceso y de expresión en Internet manteniendo su privacidad y anonimato. Su red ha resultado crucial en los movimientos disidentes de Irán y Egipto».

El objetivo principal de Tor es conseguir que internet pueda usarse de forma que el encaminamiento de los mensajes proteja la identidad de los usuarios. Es decir, persigue que no se pueda rastrear la información que envía un usuario para llegar hasta él (su dirección IP). El uso más habitual de Tor es aprovechar sus características para lograr cierto grado de privacidad en la navegación web en internet. Sin estar especialmente diseñado para ello, pronto se descubrió que Tor también hace más difícil la labor de programas que intentan censurar o vigilar el acceso a cierto tipo de contenidos. Todo esto ha provocado que Tor sea muy usado en entornos en los que los comunicantes están especialmente motivados en proteger su identidad y el contenido de sus comunicaciones (por ejemplo, conflictos políticos, restricciones en la difusión y acceso a ciertos tipos de contenido, comunicación de información confidencial, etc.)

El enrutado anónimo​ no asegura el que la entidad origen sea desconocida para la entidad destino. Esto es debido a que los protocolos de nivel superior pueden transmitir información sobre la identidad. Por ejemplo un servicio web puede usar cookies o simplemente pedir que nos identifiquemos. Cuando queremos un anonimato a nivel de aplicación es bueno configurar el cliente adecuadamente y protegernos usando proxys que modifican los contenidos en este sentido. Por ejemplo para conseguir más privacidad cuando navegamos por la web es recomendable configurar el navegador adecuadamente (por ejemplo, deshabilitando cookies, no permitiendo plugins Java, Flash o ActiveX, o deshabilitando el historial) y redirigir el tráfico hacia un proxy web intermedio (Ej. privoxy o pólipo) que nos filtre contenido que puede ser aprovechado para violar nuestra privacidad (por ejemplo, cookies o cabeceras HTTP que puedan ser usadas para identificar).

La red Tor cifra la información a su entrada y la descifra a la salida de dicha red (encaminamiento de cebolla). Por tanto el propietario de un enrutador de salida puede ver toda la información cuando es descifrada antes de llegar a Internet, por lo que aunque no pueda conocer el emisor sí que puede acceder a la información. Esta debilidad ha sido aprovechada por algunos atacantes. Por ejemplo Dan Egerstad, un sueco experto en seguridad informática, creó un servidor en la red Tor y controlando toda la información que salía por él hacia Internet, pudo conseguir contraseñas de importantes empresas, embajadas de todo el mundo y otras instituciones. Para paliar esta debilidad y asegurarnos de que nadie accede a la información que se está enviando, es recomendable usar un protocolo que provea cifrado al protocolo de aplicación como SSL. Por ejemplo para tráficos HTTP es recomendable usarlo sobre SSL (HTTPS).

Como hemos comentado Tor es usado principalmente para ocultar la identidad de los usuarios que utilizan servicios habituales de internet. Sin embargo también proporciona características que permiten la comunicación interactiva de entidades que quieren ocultar su identidad (mediante los llamados puntos de encuentro) y proveer servicios ocultando la identidad de la entidad que provee dicho servicio (mediante los llamados servicios ocultos).

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