Netwalker

El ransomware es una forma de ciberdelito, considerado un método de ataque cada vez más común entre los piratas informáticos, utilizado para extorsionar a individuos, empresas y gobiernos por igual.

Si bien los primeros incidentes de ransomware se descubrieron en 2005, los últimos tres años han visto cómo este tipo de amenaza compromete a millones de computadoras y dispositivos móviles en todo el mundo.

Según informes del sector, el número de empresas que se transforman en blanco de ciberataques se multiplicó en el último período, lo cual se refleja en pérdidas económicas y comerciales.

Ante los cambios en el escenario mundial, los hackers últimamente han refinado sus acciones delictivas, explotando una de las preocupaciones más grandes de nuestra era: la pandemia producida por el Covid-19.

Es aquí donde surgen todos los interrogantes: ¿Quién es?, ¿Qué hace?, ¿Quién está detrás de esta arriesgada operación?  y ¿Cómo podemos protegernos para no ser víctima de él?.

El código utilizado por los ciberdelincuentes en el ataque de la DNM fue el Netwalker, nombre de un software malicioso (malware) que encripta los archivos, quitándole al usuario el control de la información y los datos almacenados, bloqueando el sistema operativo. Luego, el atacante se dará a conocer con una demanda de rescate “oficial”, a través de una ventana emergente, exigiendo el pago para recuperar el acceso al dispositivo o recibir la clave de descifrado de los archivos cautivos. Habitualmente, el pago se efectúa a través de una  moneda virtual (bitcoins y criptomonedas), ya que éstas son difíciles de rastrear.

Si bien Netwalker está dando vueltas desde septiembre de 2019, recién a partir de marzo  2020 es tenido en cuenta como una amenaza real. Se calcula que, a través de los usuarios afectados por NetWalker, los hackers lograron introducirlo en las redes antes del mes de abril.

En junio de este año, los ciberdelincuentes pidieron a la Universidad de California un rescate de 3 millones, negociando finalmente 1.14 millones de dólares.

En tanto, el 28 de Julio, el FBI emitía un alerta en Ciberseguridad (Alert no. MI-000130-MW), detallando el funcionamiento de Netwalker. Sus principales blancos fueron organizaciones de salud, de educación, gubernamentales y organizaciones privadas.

NetWalker es una variante de un código detectado anteriormente, llamado Mailto, y según fuentes confiables, habría cambiado su nombre a fines del año pasado.

La información recabada por los especialistas en ciberseguridad hasta el momento indica que los creadores de esta variante pertenecen a un grupo de hackers rusos llamados Circus Spider.

El concepto técnico utilizado para describir este Ransomware es el de RaaS (Ransomware como servicio) de acceso cerrado, y significa que este grupo provee al, o los atacantes, con las herramientas e infraestructura necesarias para efectuar el ciberdelito.

El grupo publica en la DarkWeb a los interesados en utilizar dicho servicio, asociándose para poder distribuir el código.

Sin embargo, los hackers que quieran unirse a ellos deben cumplir con todos los lineamientos y reglas del grupo. Los afiliados tienen prohibido efectuar ataques en contra de organizaciones rusas o de países miembro de la Comunidad de Estados Independientes. Además, se encuentra estipulado la obligatoriedad de devolver la información una vez recibido el pago, aunque no ofrece ninguna garantía de que esto ocurra.

En sus comienzos, los asociados distribuían correos electrónicos que contenían un link dirigido al Ransomware. De esta forma, infectaron no solo la computadora utilizada para leer ese correo, sino que se expandía por toda la red Windows a la que estaba conectada, convirtiendo a cualquier usuario en una posible víctima.

Sin embargo, a partir de marzo de este año, Netwalker cambió su enfoque reclutando atacantes con mayor conocimiento y experiencia en las redes, seleccionando víctimas como organizaciones de salud, hospitales, agencias gubernamentales, y grandes organizaciones privadas.

De este modo, los ciberdelincuentes tienen acceso a toda la información importante y sensible de las víctimas, que es utilizada para chantajear exigiendo un pago por no difundir la misma en Internet, como también la devolución de la misma, dado que,  al estar encriptada, no hay posibilidad de tener acceso a dicha información.

Para conocer el punto de partida del hackeo, se debe tener en cuenta que las vulnerabilidades más utilizadas para efectuar la intrusión a las redes son varias, pero las principales son:

-El uso de contraseñas débiles en usuarios que trabajan con escritorios remotos y
-La utilización de accesos VPN no actualizados.

Con respecto al ataque a entidades gubernamentales podemos hablar de dos incidentes registrados:

  1. Mayo de 2020, ciudad de Weiz (Austria). Los atacantes ingresaron a la red de datos de la ciudad mediante la utilización de correos electrónicos haciendo referencia a información relevante sobre Covid-19.
  2. Septiembre de 2020, en Argentina. El ataque dirigido a la base de datos de la Dirección Nacional de Migraciones, se detectó alrededor de las 7 a.m. del 27 de agosto, según la Unidad Fiscal de Ciberdelincuencia. Se procedió entonces a desconectar las redes y dejarlas offline, para impedir la propagación del virus. La caída de distintos servicios en los puestos fronterizos, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y la Terminal de Buquebus ocasionaron una interrupción del sistema, que impidió el ingreso y egreso de las personas al país durante cuatro horas. Los especialistas coinciden que este accionar previno una expansión masiva del Ransomware.

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario