Antes de entrar en materia, es importante aclarar que Ruby y Ruby on Rails no es lo mismo. Ruby es un lenguaje de programación surgido en 1993. Fue creado por la complejidad de otros lenguajes como Java y C++. Es flexible y preciso, lo cual da la posibilidad de organizar de una forma más eficiente el código escrito. La sintaxis, por su parte, está fundada en bloques de código, por lo que se evitan los errores al cambiar de línea de instrucción. Sin embargo, el lenguaje Ruby no saltó a la fama de forma internacional hasta 15 años después, en 2008, cinco años después de ser combinado con un framework denominado Rails.
Esta combinación dio como resultado el marco de trabajo conocido como Ruby on Rails (RoR), creado en 2003 y muy popular entre los desarrolladores en los últimos años por su sencillez y su fundamento en las metodologías ágiles.
Rails extiende el lenguaje Ruby de la misma manera que .NET, Spring o Django extienden C#, Java o Python, respectivamente. Teniendo en cuenta que en la propia web de Ruby on Rails lo definen como «un armazón para construir aplicaciones web que acceden a bases de datos», te puedes hacer una idea clara de para qué sirve Ruby on Rails.
Son muchos los usos de Ruby on Rails en una empresa, solo tenemos que ver para qué se ha utilizado con anterioridad: Twitter, Basecamp, Hulu, Xing, etc., y esto basándonos en multinacionales, si pudiéramos utilizar esta misma tecnología en un negocio más pequeño, con una pequeña inversión.
Tanto Ruby como Ruby on Rails son software libres que pueden ser descargados e instalados de manera gratuita. Además, existen gran cantidad de guías de Ruby on Rails enormemente prácticas para su configuración y puesta en marcha. También en su web existen vídeos, cursos (tanto presenciales como online), tutoriales, libros, etc. sobre ejemplos de Ruby on Rails y su uso en el desarrollo de software.
