Saga Guacamelee!
DrinkBox Studios estrenó en 2013 su particular metroidvania ambientado en la cultura y folclore mexicano. Tanto Guacamelee! como su secuela cumplen con todos los requisitos de estos juegos –mundo no lineal y conectado, evolución con habilidades, ligeros toques roleros- y potencia dos aspectos: la lucha y la precisión en los saltos. Su mapa incluso cuenta con dos versiones que podemos alternar en cualquier momento: el mundo de los vivos y el de los muertos. Sin duda uno de los grandes de la última década, juegues en solitario o en cooperativo.
Hollow Knight.
Una de las muchas influencias de los Souls de FromSoftware se ha visto en varios metroidvania que han intentado adaptar el sistema de combate o la ambientación a las 2D. Ese fue el caso de Hollow Knight, la producción de Team Cherry para PC en 2017 –y un año más tarde llegó a consolas.
Axiom Verge.
Promocionado como un metroidvania retro, en este caso muy inspirado en Metroid –incluyendo su estética-, también toma elementos de Contra, Bionic Commando o Blaster Master, gozó de mucha fama en su lanzamiento de 2015. De Axiom Verge se destacaron la variedad de armas, objetos y potenciadores –en total más de 60-, los jefes, el control y los secretos.
Ori and the Blind Forest.
Ori and the Blind Forest es un metroidvania de corte clásico con mucha acción, plataformas y puzles con unos gráficos preciosos. El desafiante juego de Moon Studios –que pronto tendrá secuela-, no abusa del backtracking tanto como otros juegos del género, pero cumple con el requisito de ir consiguiendo poderes que facilitan descubrir secretos.
Dust: An Elysian Tail.
Aunque todos los metroidvania de este reportaje pertenecen a los últimos cinco años, hemos querido hacer una pequeña excepción para incluir Dust: An Elysian Tail, un clásico del género que llegó en 2012 para Xbox 360 y nos pilló por sorpresa a todos. Un excelente y precioso metroidvania que desde entonces se ha reeditado en multitud de plataformas, incluida Nintendo Switch, donde apareció hace poco.