Ray Tracing es una tecnología que se encarga de mejorar las iluminaciones, sombras y reflejos de los videojuegos. Las palabras Ray Tracing significan en español trazado de rayos, haciendo referencia a un mucho mejor cálculo de los reflejos y sombras creados por las iluminaciones del entorno. Con este algoritmo, las escenas en los videojuegos se acercan más a la realidad pero también tienen sus desventajas, y es que el rendimiento en FPS globales se ve bastante penalizado.
NVIDIA comenzó a desarrollar un algoritmo para implementar Ray Tracing en sus tarjetas gráficas hace muchos años, pero no fue hasta finales de 2018 cuando salieron las primeras tarjetas gráficas al mercado con esta tecnología. De esta manera, las gráficas creadas bajo la arquitectura Turing soportan Ray Tracing. Es fácil reconocerlas directamente ya que NVIDIA cambió la nomenclatura de sus gráficas con la salida de las Turing, de manera que ahora comienzan por las siglas RTX en lugar de GTX. Todas las NVIDIA RTX soportan Ray Tracing.
Esta tecnología se apoya en el cálculo generado por los Tensor Cores, unas nuevas unidades de procesamiento en la GPU que están dedicadas a los cálculos de estas iluminaciones que generan sombras y reflejos mucho más acertados en antes.
Claro está, los juegos deben soportar también el algoritmo y deben estar diseñados para poder ofrecer esta opción, por lo que una minoría de juegos en la actualidad soportan Ray Tracing. Se ve una clara tendencia hacia una implementación masiva en un futuro no muy lejano, pero de momento nos conformamos con los conocidos Battlefield V, Minecraft, Metro Exodus, Watch Dogs y Call of Duty: Modern Warfare (2019), entre otros, aunque falta por ver el famoso Crysis Remastered con esta tecnología, que seguramente desafíe a toda tarjeta gráfica habida y por haber durante años.
